Para quienes me conocen, saben que desde joven, con el apoyo incondicional de nuestra madre, de mis hermanos mayores, amigos y de vecinos hemos (mis hermanos y yo) sido privilegiados. Lo que jamás nos faltó fue la libertad de aprender y experimentar. La única condición que siempre escuche fue “sean humildes”.
Del día a día, del tiempo que paso en grupos o en solitario con mis pasatiempos no me dejo de sorprender de la gente que uno va conociendo. Ir haciendo amistad con ellos es como conocer nuevos mundos.
Frases como “El mundo a la vuelta de la esquina,” “…es un embudo” o “Dios nos hace y el viento nos junta” son útiles para simplificar todo este prologo.
Por redes sociales también comparto esa amistad de lejos. Amistad con muchas personas que tienen esa misma pasión que tengo por la Radio. A algunos, los he descubierto en tiempos de pandemia, en esos momentos que estaba cansado de todo, del jardín, de cambiar de lugar las cosas en la casa, de la radio y del taller.
Por eso, de a poco y con el consentimiento de ellos voy a escribir sobre sus pasiones. Ya que considero humildemente que son verdaderos hallazgos y que modestamente como un reconocimiento hacia ellos es compartir sus mundos con ustedes.
Pasiones contagiosas, pasiones inspiradoras, pasiones que son amores...
DE NOCHE, MONTANDO UNA ANTENA...
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